LA HIPÓTESIS RESUELTA

Jonás Trueba

¿CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO?

TRUEBA, JONÁS, "La hipótesis resuelta" en: Cinema Comparat/ive Cinema, n.5, 2014, pp. 31-35

DESCARGAR EN PDF

RESUMEN / PALABRAS CLAVE / ARTÍCULO / BIBLIOGRAFÍA / SOBRE EL AUTOR


Tener nosotros mismos una vocación, conocerla, amarla y servirla con pasión,

 porque el amor a la vida genera amor a la vida.

Natalia Ginzburg, Las pequeñas virtudes

 

Con el tiempo voy siendo consciente de la responsabilidad que uno adquiere a partir de la experiencia que va acumulando. Crecí en una familia de cineastas y la transmisión del amor por el cine se daba de manera natural; solo después he ido siendo consciente del privilegio que eso suponía. Quizá es esa mi mayor inspiración a la hora de afrontar el reto de transmitir mi propia experiencia posterior en cualquier ámbito educativo. Nunca me atreveré a definirme como profesor, tengo demasiado respeto por ese oficio, pero cada vez percibo más claramente hasta qué punto los cineastas podemos transmitir y enriquecer la experiencia docente. Es difícil encontrar una palabra concreta para esa idea de la transmisión entre las personas. En Francia se refieren a la figura del passeur y, para definir su significado original, algunos diccionarios franceses hablan de esos remeros que atraviesan los ríos en barca; incluso sugieren hacer uso de ella para referirse a las personas que ayudan a cruzar fronteras ilegalmente, y tal vez no andemos tan desencaminados si vamos por ahí.

 

Cuando Núria Aidelman y Laia Colell tradujeron La hipótesis del cine, de Alain Bergala, optaron por que se leyera «pasador», lo que probablemente sea la mejor solución para una ecuación que nos concierne a muchos cineastas interesados en la transmisión del cine, ya sea dentro o fuera del ámbito educativo. Recuerdo el impacto que me causó la lectura de aquel tratado de Bergala, y reconozco la influencia que ha tenido en mí desde entonces, cada vez que me enfrento a una clase con estudiantes de cine pero también en mi vida cotidiana, en mi desarrollo como cineasta y en mi manera de percibir el cine como tal. La hipótesis del cine no hacía otra cosa que tomar partido y definir ese otro lugar desde el que poder trazar un camino de iniciación distinto, más personal, asumiendo que el arte cinematográfico no se enseña, más bien se transmite y se experimenta.

 

Aquellas traductoras se convirtieron en las mejores “pasadoras” y, a partir del legado francés, pusieron en marcha Cine en curso, primero en Cataluña y luego en diferentes lugares hasta llegar a Madrid hace poco más de un año. Entonces tuve la suerte de ser invitado a formar parte del proyecto y empecé a colaborar como cineasta en un colegio de Orcasitas, un barrio periférico del sur de la capital, lo que hasta ahora ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida.

 

El taller en este colegio se desarrolló a lo largo de una veintena de sesiones en las que un grupo de estudiantes de 4º de la ESO, docentes, educadores y yo mismo fuimos aprendiendo a asimilar una serie de metodologías que para entonces llevaban ocho años desarrollándose y expandiéndose en diferentes centros educativos. El taller se enmarcaba dentro del programa anual de Cine en curso en la modalidad de Documental, bajo la premisa de terminar realizando un cortometraje, lo que propiciaba un acercamiento a la realidad de un barrio particularmente rico en su contexto histórico y social. Si entre las ideas fuertes del proyecto está la de fomentar el interés de los alumnos hacia su entorno cotidiano a través de una mirada renovada por el cine, la modalidad documental sin duda permite profundizar aún más en esa línea.

 

 Rodaje de Diario de un barrio (alumnos de 4º de ESO del Colegio Montserrat - Orcasitas, Madrid, 2014)

Rodaje de Diario de un barrio (alumnos de 4º de ESO del Colegio Montserrat - Orcasitas, Madrid, 2014)

En primer lugar, los jóvenes alumnos documentaron, a través de textos y fotografías, diferentes espacios y personajes emblemáticos del barrio de Orcasitas, generando muchas veces un nuevo vínculo con aquello que, por ser demasiado cercano y familiar, no suele llamarles la atención. Entendí que el cineasta debía ocupar en ese primer momento una posición de espectador que se deja guiar por esas primeras imágenes e informaciones acumuladas por los alumnos, pues son ellos los encargados de transmitir al recién llegado todo aquello que no podría conocer de primera mano. De esta forma, los alumnos son los protagonistas y se genera un primer contacto de transmisión que nace de ellos y de su confianza hacia nosotros. Creo que es importante remarcar aquí el privilegio que supone para muchos de los cineastas que nos implicamos en Cine en curso la posibilidad de acercarnos a lugares y personas a los que, de otra forma, difícilmente llegaríamos. En mi caso apenas conocía Orcasitas, y las informaciones que se ocupan de este barrio suelen dar una imagen de él más bien reduccionista, centradas la mayor parte de las veces en los conflictos y los problemas arrastrados por años de pobreza y falta de recursos básicos. Los alumnos del taller, la mayoría de ellos residentes en Orcasitas y, en algunos casos, hijos y nietos de sus primeros pobladores, tuvieron claro que no querían reincidir en esa misma visión y decidieron que iban a esforzarse en mostrar una imagen distinta de su barrio, más actual y sobre todo, más luminosa.

 

 Primeras exploraciones del barrio: espacios y retratos

Primeras exploraciones del barrio: espacios y retratos

Creo que esta ambición por capturar la belleza y los miles de matices sorprendentes del entorno cotidiano surgió en ellos de manera natural después de visionar diferentes fragmentos de películas que fuimos proyectando durante las primeras sesiones, en paralelo a las primeras exploraciones prácticas; fragmentos procedentes de películas como Portraits  (Alain Cavalier, 1987), Innisfree (José Luis Guerin, 1990), Shoah (Claude Lanzmann,1995), Profils paysans: Le quotidien (Raymond Depardon, 2005), Amsterdam Global Village (Johan Van der Keuken, 1995), Public Housing (Frederick Wiseman, 1997) o News From Home (Chantal Akerman, 1977), por citar algunas de las que resultaron más inspiradoras para los alumnos. Los fragmentos han sido ordenados y categorizados previamente en los DVD compartidos por todos los talleres de documental y ficción respectivamente, y se trata de títulos que no suelen estar al alcance de una mayoría del público. Recuerdo comentar con algún colega cineasta lo que estaba visionando en clase con los alumnos y que éste me mirase como si estuviera loco, pero yo le remitía a los hechos: los chicos no mostraban ningún tipo de rechazo o distanciamiento hacia el cine que estaban descubriendo a lo largo del taller, más bien al contrario. Su falta de prejuicios les permitía ver aquellos fragmentos con una mirada limpia y sin ideas preconcebidas.

 

 Visionado en clase de un fragmento de Daguerrotipos (Daguerrotypes, Agnès Varda, 1976)

Visionado en clase de un fragmento de Daguerrotipos (Daguerrotypes, Agnès Varda, 1976)

Los fragmentos eran analizados y comentados en clase por ellos mismos, aprendiendo a ser más perceptivos y potenciando un tipo de sensibilidad demasiadas veces escondida. Se trata de familiarizarse con la manera en que diferentes cineastas han sabido contar a través de imágenes y sonidos, para después tratar de emularlos, adaptándolos a nuestras propias circunstancias. Sabemos que no hay nada nuevo en eso, pues hasta Picasso empezó copiando a los maestros; lo importante es tener unos referentes desde los que partir y desde los que poder interrogarnos. De todos esos fragmentos y visionados aprendemos a valorar el rigor de un encuadre, la poesía de un movimiento de la cámara o los cientos de adjetivaciones posibles para una determinada atmósfera de luz, pero también la búsqueda y el trabajo riguroso que hay detrás de todas esas sensaciones que percibimos. Al viejo método socrático de llegar a la reflexión y el razonamiento a través de preguntas, le sumamos las decisiones y elecciones tomadas por consenso entre los alumnos, en diálogo con los docentes y el cineasta. De ahí surgió una estructura de guión con la que afrontar el rodaje y el montaje de un cortometraje que acabó titulándose Diario de un barrio (2014)1.

 

Cuaderno de concepción del film Diario de un barrio.

Cuaderno de concepción del film Diario de un barrio. Al lado de las fotografías y capturas de los planos realitzados por los alumnos, otros de Innisfree (José Luis Guerin, 1990) y Vacaciones prolongadas (De grote vakantie, Johan van der Keuken, 2000). En el apartado "Materiales web" se incluyen éste y otros documentos del proceso de trabajo de los talleres de Cine en curso.

Abordar la realización de una película desde el aula del colegio implica necesariamente un aprendizaje de trabajo en equipo lleno de riquezas difícilmente cuantificables. Entra también en juego la técnica en el manejo de los equipos de cámara y sonido, así como de programas y dispositivos de montaje, pero tratamos de ser concisos y rigurosos en el uso que hacemos de ellos, precisamente para que la parte material del cine no ocupe más espacio del necesario y deje lugar al instinto y la inteligencia de los alumnos.

 

 Rodaje de Diario de un barrio

Rodaje de Diario de un barrio

 Rodaje de Diario de un barrio

Rodaje de Diario de un barrio

Recuerdo los días de rodaje y montaje como especialmente felices para todos los implicados, los momentos en los que los alumnos se sintieron definitivamente cineastas, haciendo efectivas sus propias elecciones previas, tomando decisiones en el momento y reaccionando a golpe de intuición ante los azares y las situaciones imprevistas. Uno podía descubrir el entusiasmo de una estudiante, Laura, mientras sujetaba la percha del micrófono y trazaba una panorámica sonora desde una lejana autopista a las voces de unos niños jugando en el parque. La tarde anterior se había cerrado con una espléndida hora bruja que hechizó los rostros de varios alumnos, emocionados ante aquella luz mágica que acariciaba los edificios en el horizonte del barrio.Todos ellos eran conscientes de haberse ganado su suerte mientras se afanaban en retener con la cámara aquellos instantes preciados. Otra conquista memorable fue obra de David y Yara, que decidieron madrugar aún más para filmar el amanecer sobre el lago del Parque de Pradolongo. Una niebla inesperada ocultó la salida del sol, pero a cambio les regaló la posibilidad de tomar unos planos de una belleza inusitada. Recuerdo también la revelación de otros alumnos en el momento final del montaje, enfrentándose a todo ese material que ellos mismos habían generado, asumiendo errores y descubriendo infinitas posibilidades de escritura cinematográfica. El resultado es una película hermosa de la que ellos se sienten orgullosos y responsables, a la que miran con sentido autocrítico y al mismo tiempo sabiendo reconocer el enorme trabajo que lleva detrás, pues son los primeros que deben aprender a ponerla en valor cuando la presentan en diferentes proyecciones y contextos.

 

 Diario de un barrio (alumnos de 4º de ESO del Colegio Montserrat - Orcasitas, 2014)

Diario de un barrio (alumnos de 4º de ESO del Colegio Montserrat - Orcasitas, 2014) Ver película.

La experiencia de este primer año resultó fundamental para entender el alcance y las potencialidades de Cine en curso, pero hasta hace unos pocos meses no pude terminar de comprobar la verdadera esencia del proyecto y su aspecto felizmente revolucionario. Fue entonces cuando los cineastas implicados en los talleres participamos en la formación que se lleva a cabo cada año en Cataluña, antes de empezar el curso, y a la que yo asistía por primera vez. Durante dos días nos reunimos en una enorme casa en Cantonigròs el equipo de Cine en curso, del que forman parte, junto a los cineastas, una treintena de docentes de diversos centros educativos. La mayoría de los docentes acumulaban años de experiencia y compromiso con el proyecto, algunos desde el año de su puesta en marcha, mientras que otros asistían por primera vez antes de iniciar el que sería su primer taller. Una maestra se había jubilado recientemente pero no quería perderse la formación y asumía labores de coordinación y transmisión a otros docentes recién llegados. Entre todos compartíamos, debatíamos, reflexionábamos juntos y poníamos en común el nuevo programa anual, comentando visionados de fragmentos escogidos previamente y realizando prácticas de rodaje y montaje, pero también sentándonos a analizar experiencias y proponer nuevas vías de trabajo. Se trataba de un auténtico laboratorio de ideas del que todos nos sentíamos partícipes, y el intercambio entre docentes y cineastas se revelaba fundamental.

 

 Grupo de trabajo de docentes y cineastas

Grupo de trabajo de docentes y cineastas

Me resultó especialmente emocionante escuchar el relato de algunos docentes con más experiencia, descubrir cómo habían asimilado la filosofía de Cine en curso, aplicándola a las circunstancias particulares de sus aulas, año tras año, haciendo suya una idea del cine que no está al alcance de una gran mayoría de profesionales de la industria. Ellos habían entendido de forma completamente orgánica y experiencial que el cine no es un vehículo para ser instrumentalizado en el desarrollo de las materias curriculares, sino un arte al servicio de las personas, capaz de potenciar lo mejor de nosotros mismos. Lo que me pareció auténticamente revolucionario fue eso: que el cine no solo entre en las escuelas como nunca hasta ahora lo había hecho, sino que pase a formar parte de la vida de estudiantes y docentes, facilitando el desarrollo de su sensibilidad, de su mirada, de su capacidad de escuchar, pensar y reflexionar, de relacionarse y organizarse. Aquellos docentes habían entendido la fuerza transversal del proyecto y parecían haber vencido cualquier amago de miedo o tentación de resistencia. Sabemos que no es fácil penetrar en el sistema educativo y pretender transformar las ideas manidas de lo que se supone que tiene que ser la educación en la escuela. Pero lo que también sé es que esta es la revolución en la que quiero participar.

 

 

 

NOTAS A PIE DE PÁGINA

1 / Película realizada por alumnos de 4o de ESO del Colegio Montserrat-Orcasitas (Madrid): Raúl Álvarez, Christian Aranda, Alba Benítez, Yara Castellanos, Cristina Cercas, Javier David del Valle, Noelia Fayos, Héctor Gregorio, Jorge Gualda, Andrea Huertas, Laura de Leonardo, Alejandro Maurín, David Morán, Marcelo Pinto, Raúl Plaza, Sergio Portalo, Teresa Quintana, Manuel Rodríguez, Daniel Solera, Rocío Vargas, Marina Villa, Iván Viñuelas. Con el acompañamiento de Jonás Trueba (cineasta), Virginia González, José María Maestre, Arturo Marín, Jesús Muñoz, Montserrat del Olmo, Javier Rodríguez, Ma José Rodríguez, Margarita Romero (profesores).

 

 

 

RESUMEN

El autor, desde sus experiencias y compromiso como cineasta, inicia el texto reflexionando sobre su implicación en la transmisión del cine. A continuación, narra sus vivencias durante el primer taller documental que imparte en el marco de Cine en curso y expone el desarrollo del taller en todas sus fases poniendo de relieve algunos elementos fundamentales de cada una, con especial atención a los descubrimientos a lo largo del proceso de creación: la documentación mediante textos y fotografías; el visionado, el diálogo con los fragmentos, y cómo se despierta la sensibilidad y la apreciación, la capacidad de captar la belleza; el guión mediante procesos de consenso; el trabajo en equipo y los momentos mágicos y reveladores del rodaje; el montaje y las infinitas posibilidades de escritura cinematográfica. El cine pasa a formar parte de la vida y la experiencia resulta altamente transformadora para los alumnos y para todos los implicados en el proyecto. En la parte final del artículo se pone especial énfasis en el equipo de trabajo integrado por cineastas y docentes, y en el valor de los docentes en el proyecto, destacando su comprensión profunda del cine y su papel decisivo para hacer posible la entrada transformadora y revolucionaria del cine en las escuelas que pone en juego Cine en curso.

 

ABSTRACT

The author begins the article by reflecting on his involvement in film transmission based on his experience and commitment as a filmmaker. He then narrates about his experiences in his first Cine en curso documentary workshop and exposes the workshop’s development in all its phases. He highlights a few fundamental elements in each one of them, particular several discoveries throughout the creation process: documentation, by means of texts and photographs; screenings of excerpts and how to awaken sensibility, appreciation, and capture beauty; a script built by means of consensus; teamwork and the magical and revealing moments of shooting the film; editing and the infinite possibilities of film writing. Cinema becomes part of life and the experience is highly transforming for students and everyone involved in the project. In the article’s final part, the author emphasizes in the importance of teamwork between filmmakers and teachers, and the value of the teachers in the project, highlighting their profound understanding of film and their decisive role in the transforming and revolutionary entrance of cinema in schools that Cine en curso brings to play.

 

PALABRAS CLAVE

Cine en curso, transmisión, experiencia, proceso de creación, visionado, documental, formación profesorado, escuela, taller, Alain Bergala.

 

KEYWORDS

Cine en curso, transmission, experience, creative process, screenings, documentary, teacher training, school, workshop, Alain Bergala.

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BERGALA, Alain (2007). La hipótesis del cine. Pequeño tratado sobre la transmisión del cine en la escuela y fuera de ella. Barcelona. Laertes.

GINZBURG, Natalia (2002). Las pequeñas virtudes. Barcelona. El Acantilado.

 

 

 

 

JONÁS TRUEBA

Ha escrito y dirigido los largometrajes Todas las canciones hablan de mí (2010) y Los ilusos (2013), y el mediometraje Miniaturas (2011). Ha sido co-guionista de las películas Más pena que Gloria (2000) y Vete de mí (2005), ambas dirigidas por Víctor García León, y de El baile de la Victoria (2009), dirigida por Fernando Trueba. También es autor del libro Las ilusiones (editorial Periférica, 2013) y escribe sobre cine para el diario El Mundo, en el blog El viento sopla donde quiere. Compagina el cine con la docencia como profesor en la escuela universitaria TAI. Desde 2013 forma parte del equipo de Cine en curso.